Bahía Blanca, Buenos Aires — El cansancio y la indignación vuelven a hacerse sentir en los hospitales públicos de la ciudad. Un grupo de enfermeros denunció que las condiciones laborales se han vuelto insostenibles, al punto de tener que comprar ellos mismos el alcohol en gel y los guantes descartables para poder trabajar.

“Nos exigen que mantengamos los protocolos, pero ni siquiera nos dan los insumos básicos. Terminamos gastando parte de nuestro sueldo para protegernos”, relató una enfermera del Hospital Municipal, con evidente frustración.

Los trabajadores aseguran que la situación se arrastra desde hace meses y que nadie les da respuestas claras. Algunos mencionan que incluso reciben amenazas veladas si intentan visibilizar el problema en redes sociales.

“Encima de todo, nos dicen que ‘no hagamos quilombo’. Pero cuando un paciente se contagia, la culpa es nuestra. Ya no damos más”, agregó otro enfermero con lágrimas contenidas.

El gremio de la salud analiza realizar una sentada frente al hospital, mientras los vecinos se organizan para juntar donaciones de alcohol, guantes y barbijos.
Entre tanto, los pasillos del hospital siguen repletos, y la sensación general es de agotamiento y abandono.